sábado, 24 de octubre de 2009
Demasiado es poco cuando hablo de ti
Demasiado es poco cuando pienso quién eres, demasiado es poco cuando te quiero para mí. Y sin esos gestos tan tuyos, ni siquiera, sin poder saber dónde estás ya no me importa el mundo, solamente que amanezca allá donde vas. Porque creíste ser un ladrón de pecados mientras cada lección tuya era un mundo para mí, no te rogaría que te acordases de una loca que lo dejaría todo, todo menos a ti. Que solo quería compartir mis mejores promesas, que soñaba con disfrazarme de dama y ser especialista en estribillos que te nombraran dulce de mis recetas. Y volverás a contarme mil mentiras con sabor a despedida hasta que otra noche te repita que solo recuerdo los momentos de mi vida consumidos a tu lado, porque, como nunca me cansaré de decirte, demasiado es poco cuando hablo de ti.
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