Si pudieras volver, devolverle todo aquello a lo que la acostumbraste, decirle que todo sigue como antes...Era su mejor carta, su única opción segura de juego, pero conseguiste olvidarte de ella. Su delirio se cansó y olvidó las promesas flacas sin argumento, ahora a la cenicienta de zapatos viejos le pesa aprender a caminar de nuevo y dice no saber imaginar. Se le acabó el vuelo sobre nubes, se niega a saber acostumbrarse y nadie le da la oportunidad de preguntar porqué. Esta vez es así, lo cree tan evidente, tan para siempre, que del modo más sincero solo se atreve a vivir de un pasado que no duele. Ni siquiera se atreve a preguntarse cómo pudo sucederle a ella, lo tenía todo tan bien guardado que parecía imposible que alguien le robara su apuesta más fuerte. Esa muñeca de ojos tristes hecha de menos sentir rencor y por su mente únicamente se cruza un paisaje junto a ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario