Abre y cierra. Abre y cierra. Abre y cierra. Se decide a entrar. Busca cobarde entre los asistentes y allí encuentra su silueta de espaldas. Lo observa de lejos, baja la cabeza y sonríe. Se peina con unas manos que empiezan a temblar. Necesita gritar pero debe contenerse. Avanza por la sala con los ojos fijos en él, desea encontrar ese mirada. Reza por un reencuentro soñado. Ahora, miedo y felicidad, ilusión y puro temor. Un momento esperado durante demasiado tiempo, 10 años sin verse. Busca la frase perfecta. Al alcanzarlo, tan solo un inocente “Hola Pablo”. Segundos eternos. Segundos eternos. Se da media vuelta…Cara a cara…La mira. Confusión...A-B-R-A-Z-O. Saludo cordial. Todo es extraño, todo diferente. Nada........................................................................
Y ahora se da cuenta, una esperanza nacida de un recuerdo. Esos ojos que la volvieron loca, esa sonrisa que convirtió en su bandera…La fachada intacta. Ausencia de esencia…la esencia se la comió el tiempo. Desaparecida mirada cómplice, perdidas ansias de amor. Duro revés. Ilusión maldita. Fantasía ajada y no correspondida, nostalgia. Sentimiento de abandono. Desconsuelo infinito.
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